Entre rayas n.67
Proyecto para el Subsector 2
Distrito de actividades 22@ barcelona
En su constante proceso de transformación, que es clave para su capacidad de seguir contando con una economía de desarrollo y crecimiento, la ciudad de Barcelona otorga a su planeamiento urbanístico un papel fundamental. Además, en su apuesta clara por un futuro basado en la que se ha venido a llamar la industria del conocimiento» la ciudad ha puesto en marcha la creación de un barrio entero dedicado a la implantación de las empresas dedicadas a la información, la comunicación, la investigación, la educación y la imaginación. Este nuevo barrio nace sobre el que ya en su momento fue el motor económico de Barcelona y de Cataluña, y que ya entonces se vino a llamar «el Poble Nou» (el pueblo nuevo) expresando su vocación de renovación constante.
El Poble Nou fue durante el siglo XIX el lugar de implantación de la industria textil y debido a su intensidad llegó a ser conocido como el Manchester Catalán.
Este nuevo barrio ha sido rebautizado ahora como «el distrito de actividades 22@» (cabe mencionar que «22a» es el código urbanístico que denomina las zonas dedicadas a la industria pesada en el Plan General Metropolitano. Es por eso y para expresar la transformación planteada que se decide denominar a las nuevas zonas de actividad con el nuevo código «22@»).
El «distrito 22@» se divide para la gestión de su transformación en sectores que a su vez se dividen en subsectores. Es en este marco que se produce el encargo de la transformación del Subsector 2 del Sector Llull-Pujades-Ponent. Un subsector que presenta varias peculiaridades.
La primera tiene que ver con la particular configuración de los solares que lo componen, que no se presentan como un elemento único sino como dos situados a lado y lado de la calle Zamora (de ahora en adelante llamaremos ámbito A y ámbito B a estos dos elementos). El conjunto es pues atravesado por una calle.
La segunda es el resultado de la presencia de la vía del tren atravesando esta zona de la ciudad. Esta vía de tren es, por una parte, el límite Este del ámbito A, y por otra, la causante de la elevación de la calle Pallars, perpendicular a Zamora y que pasa por encima de esta. Esta circunstancia hace que tanto el ámbito A como el ámbito B se vean afectados por diferencias de cotas de hasta 6 metros entre sus diferentes frentes.
La tercera se debe a la presencia de unas naves industriales del periodo modernista catalán en el ámbito B que, pertenecientes al catálogo del patrimonio artístico y cultural de la ciudad, han de ser rehabilitadas e integradas en el proyecto.
La cuarta resulta de la complejidad adicional que supone la presencia de una unidad de actuación o PEU (Plan Especial Urbanístico) que se sitúa entre el ámbito A y la calle Pallars, y con el que se cuenta para la colocación dé una central de recogida neumática de basura que dará servicio a la zona.
El 22@ es actualmente, y como resultado de su historia, una zona de mezcla de tipologías edificatorias que responden a la multiplicidad de usos. Esta circunstancia produce una paleta de materiales y volumetrías libres diversas, que se perciben como un valor y nos permite configurar una idea de «paisaje urbano» sobre el que proponemos la integración de los nuevos edificios. Estos edificios nos ayudan a resolver el tejido urbano, a acabarlo, dando respuesta a las particularidades anteriormente descritas así como a las consideraciones de consolidación de la memoria histórica por un lado, y a las solicitudes tecnológicas, de flexibilidad y de sostenibilidad actuales, por otro.
Debido a la naturaleza del mercado inmobiliario actual del que ha de surgir la oportunidad de negocio que financia en ultima instancia la posibilidad de la construcción de estos edificios, el proyecto se inicia con la definición, articulación y dimensionado de unas unidades de venta y sus características base, que, en intima relación con un modelo estructural eficiente permite plantear unos costes razonables. Esta unidades funcionales cuelgan de lo que hemos dado a llamar Placas Base (como si de un ordenador se tratase) que integran los recorridos de los usuarios del edificio así como de las diferentes instalaciones necesarias (electricidad, datos, agua…).
En el ámbito A se propone un edificio en forma de L. Esta disposición permite distribuir las unidades funcionales dotándolas de vistas privilegiadas sobre la nueva plaza, así como el remate de las medianeras de los edificios colindantes. La plaza a la que nos referimos es el resultado de la suma de las áreas de cesión para espacio público, que conlleva la transformación del subsector 2 y las del PEU mencionado anteriormente. Esta nueva plaza se convierte en la cubierta verde de la central de recogida neumática del barrio y permite la reactivación urbana del cruce de las calles Pallars y Zamora, resolviendo el desnivel a través del diseño de una topografía que se piensa desde la accesibilidad para discapacitados y por lo tanto desde la accesibilidad más amplia.
En el ámbito B se proponen dos edificios cuya volumetría recupera, en el caso del mas grande la presencia de una traza tan importante para la ciudad como es la calle Pere IV, antigua via romana que enlazaba la ciudad con Galia (Francia) y en el caso del pequeño, culmina el tejido consolidado de vivienda existente, alineándose con la trama que Ildefonso Cerdá diseña en 1865. Los dos edificios se articulan alrededor de las naves modernistas, cuya cubierta se convierte en una plaza privada. El ámbito B se vuelca en su interior a un jardín privado que junto al espacio verde publico con el que se comunica visualmente forma un pequeño cinturón de naturaleza alrededor de la edificación, reforzando así la idea de una ciudad más sostenible.
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