El proyecto consta de dos actuaciones diferenciadas: por un lado, la actuación sobre un edificio existente con fachada a la calle Pere IV, que en este proyecto fue objeto de una rehabilitación integral; y por otro lado el diseño de un edificio con aparcamiento subterráneo que reemplazó la nave industrial contigua, con acceso desde la Calle Pallars, que se encontraba completamente deteriorada. El proyecto permite la conversión de la torre industrial en edificio de oficinas; se conservan sus características formales y se le dota de la infraestructura necesaria para su adecuado funcionamiento; conservando así la historia reciente tanto del inmueble como de su entorno; permitiendo que el nuevo uso una vez rehabilitado el edificio, aproveche las ventajas de la estructura de grandes luces y de mucha altura libre. En cambio, ha sido necesario prescindir de la nave por su estado de deterioro y en su lugar se proyecta una edificación baja, de perfil similar a la original, que está compuesta por dos niveles para locales comerciales con acceso a través de un pequeño patio provisto de rampas y escaleras.